Ponferrada: que todo cambie para que todo siga igual

300 personas arroparon al exalcalde Ismael Álvarez en la presentación de un libro en que relata a su manera los hechos por los que fue condenado en 2002 por acoso sexual a la exedil Nevenka Fernández

Susana Martín
Viernes, 22, Septiembre, 2023
Destacado

En Ponferrada, más de veinte años después, la vida sigue igual. Si en 2001 más de 3.000 personas salieron a la calle para berrear en apoyo del primer político condenado en este país por acoso sexual (Ismael Álvarez, Dehesas, 1950), este jueves unas 300 volvieron a arroparlo en la presentación del libro en el que el exalcalde de la ciudad cuenta por enésima vez que el Tribunal de Justicia de Castilla y León lo condenó "injustamente y sin pruebas" el 30 de mayo de 2002. Que todo cambie para que todo siga igual.

Llovía en el Bierzo al final de la tarde cuando, media hora antes de la presentación de ?Escrito queda?, nueve mujeres sujetaban una pancarta y varios paraguas. "Nevenka, hermana, nosotras te creemos", coreaban. Y luego: 'Escrito está / tu acoso sexual / juzgado y condenado en sede judicial'. A la convocatoria de las feministas bercianas asistieron más periodistas, fotógrafos y cámaras que manifestantes: eran nueve, todas mujeres.

Cerca, a unos pasos, un furgón de la Policía Nacional y varios agentes a las puertas de Ponferrada Park, el local donde a las 20 horas Álvarez presentaría -otra vez- su versión de los hechos. Ya en junio de 2002 había buzoneado la ciudad con una carta de 7 folios que incluían algunos trozos de mensajes escritos para él por Nevenka, como hace también en el libro. Una sala de eventos propiedad de un empresario militante del Partido Popular de Ponferrada acogía el evento. Fuera, más policía, "por si hay jaleo".

En la planta de abajo, veinte minutos antes de la hora de la convocatoria, ya hay cola para que el autor de las 371 páginas firme su obra. Decenas de personas quieren una dedicatoria "y un abrazo". La gran mayoría son mujeres.

"Ismael no va a hablar con nadie, nada de preguntas", comenta una periodista a varios plumillas. Otra se acerca a la barra donde Álvarez está repartiendo firmas y abrazos y le pregunta directamente:

- ¿Puede atendernos ahora?
- No me dejan, no me dejan mis nietos.
- ¿Y después?
- ...
- ¿El libro lo ha escrito usted, o se lo han escrito?
- ...

Se acerca un chico y le urge que vaya terminando, que hay que empezar ya. "Esto no es una rueda de prensa, es sólo una presentación, no va a contestar a ninguna pregunta?, espeta hacia la grabadora. Es el hijo de Álvarez, que acata y sigue firmando libros.

Pasada la hora señalada, con la sala prácticamente repleta (gente sentada, gente de pie), Álvarez se dirige a la mesa acompañado de las dos personas que presentarán el libro junto a él. Su abogado, Luis Rodríguez Ramos, y el periodista Arcadi Espada. Ellos sí atienden a los periodistas que se les acercan. Ambos explican que los jueces "también pueden equivocarse" y que la condena a Álvarez "es una injusticia". "La acosadora fue ella", espeta el letrado.

Espada cuenta que se acercó a Ismael Álvarez a partir de un documental "que es basura y absolutamente deleznable" (Nevenka, una producción de Newtral para Netflix, 2021) y de un libro "lamentable" de Millás sobre este asunto ('Hay algo que no es como me dicen: el caso de Nevenka Fernández contra la realidad', 2004).

Sobre Álvarez, ya durante su intervención, Espada indicó que "abusó o no de la señora Nevenka" y que "puede que en Ponferrada sea mayoritariamente apoyado, pero en el conjunto de España es un canalla".

En su turno de palabra, Álvarez dijo que un libro "es un signo de libertad" y aseguró ha sufrido "una condena permanente y perpetua por parte de una periodista, siempre la misma" (no dio el nombre, pero se refería a Ana Pastor), y relató que fue en 2021 cuando, tras estrenarse en Netflix y La Sexta el documental sobre Nevenka, tomó la decisión de escribir este libro: "Mi salud mental lo necesitaba". En su opinión, "el poder y el dinero son capaces de crear una verdad".

"La violencia machista existe, y en este libro aporto ideas de cómo mejorar la lucha contra esta lacra. Quiero que lo lean, me vale si compran uno y lo leen 30 personas", señaló el exregidor. "La gran mayoría de las sentencias son justas, pero yo fui castigado sin razón y sin sentido".

"Fui condenado hace más de 20 años, ¿por qué se me niega el derecho a la reinserción?", preguntó Álvarez a un público entregado, que aplaudía con frecuencia sus intervenciones. Y habló de Zapatero, de los etarras y de cómo el expresidente leonés del Gobierno "maniobró todo lo que pudo para que yo no volviera a la vida pública". (Cabe recordar que cuando la condena por acoso sexual fue firme, Álvarez dimitió de todos sus cargos, pero en 2011 regresó a la política con un nuevo partido, con el que consiguió cinco concejales y llegó a firmar una moción de censura con el PSOE para echar a su exnúmero 2 de la Alcaldía).

Álvarez relató que "le hace ilusión" haber culminado dos años y medio de trabajo en este libro, "que pretende ser un legado para mi familia y para los ponferradinos, para que se sepa quién fui al margen de las maledicencias". Ahora, dijo, "he prometido a mi familia intentar ser felices, al margen de tanto despropósito, se lo tienen más que merecido".

El exalcalde de Ponferrada consiguió varias tandas de aplausos del público con sus intervenciones, como ocurrió con las de Espada, que dijo estar "indignado" por el pequeño grupo de mujeres que protestaban fuera de la sala por la celebración del acto. "El griterío del feminismo no es por la igualdad, es un griterío reaccionario y pretende coartar la libertad de los hombres, pero sobre todo la de las mujeres", según el periodista.

La presentación de 'Escrito queda', que se prolongó durante poco más de una hora, concluyó con la mayor parte del público en pie y aplaudiendo con entusiasmo. Después, se formó otra larga cola para conseguir la firma del autor. Al salir no llovía ni quedaba rastro de la concentración de feministas bercianas.

Pasamos por un mural con el rostro de Nevenka y por la rotonda en la que el anterior equipo de gobierno de Ponferrada (el tripartito PSOE, Podemos, CB) quiso -hace unos meses, antes de las elecciones- rendir homenaje a Nevenka Fernández. Una rotonda en cuya puesta de largo no estuvo Nevenka porque sigue viviendo muy lejos de su tierra, con una chapa con su rostro y su nombre en la que los vándalos ya han hecho de las suyas varias veces. Lo cantó Julio Iglesias cuando tenía 26 años, y ya va a cumplir 80: 'La vida sigue igual'.

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